jueves, 12 de agosto de 2010

Amo al Haiku...

Llevo un año creando Haikus de forma casi compulsiva. Verdaderamente, es una forma de poesía tan bella por su simplicidad que me he vuelto adicto. No hay hecho que no se pueda expresar en tres renglones, desde lo mas complejo, hasta un átomo.


Infinitamente grande,
Es la partícula mas pequeña.
Chico el universo.


Mi intento en este Haiku era expresar lo infinitamente grande de la partícula mas pequeña. Piénsalo, no hemos podido ver la existencia de un solo átomo, mucho menos de sus distintos integrantes. ¿Y que integra a un electrón, un protón o un positrón? ¿Sabías que hay antimateria en cada átomo? ¿Sabes que es la antimateria?

Es infinitamente pequeño, así como el espacio es infinitamente grande. 

El Haiku puede ser cotidiano:

El viento chifla,
El horizonte suspira,
En rojos.


Existencialista:

Soy lo que soy,
Pero, ¿Quién soy?
Seré ¿Yo?


Reflexivo:

La muerte,
Es una vela, la vida.
La llama que la consume.


O romántico:

Dame un beso,
Debajo del árbol.
En un día lluvioso.


El Haiku puede ser lo que tu quieras, en el momento que vivas, lo importante, es que sea un pensamiento universal, despojado de la vanidad poética. Imagenes fáciles de ser identificadas como parte de tu vida. Por eso, Amo al Haiku. Por eso, Un Haiku es el universo concentrado en tres renglones. Porque en tres renglones se expresa la ironía, la simplicidad y la complejidad del universo.

Me despido como amante de Haikus, saludando a mis amigos.

Munir Hamdan

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